La ALIMENTACIÓN es una acción básica para cada individuo. Sin ella, nos extinguimos y no obtenemos energía. Es nuestra principal necesidad como ser humano, pero desgraciadamente, no todo el mundo tiene acceso a una ALIMENTACIÓN adecuada aún hoy en el sigo XXI.
Para concienciarnos y recordar esto, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, proclamó como Día Mundial de la ALIMENTACIÓN, el 16 de octubre. Su finalidad es la de concienciar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
Para esta ocasión, el lema elegido ha sido “Precios de los alimentos: de la crisis a la estabilidad”, tema que pretende arrojar luz sobre la tendencia a la volatilidad y las medidas que se pueden adoptar para mitigar sus efectos en la población más vulnerable. De esta manera, tal y como expresa en su manifiesto la FAO, “analicemos en profundidad las causas de la variación de los precios de los alimentos y tomemos las medidas necesarias para reducir sus repercusiones en los miembros más débiles de la sociedad mundial”.