CUPÓN

Se ha convertido en una de mis palabras favoritas. Y no es porque CUPÓN tenga una sonoridad peculiar o un significado especialmente llamativo. Realmente hablamos de una tira de papel, pero como pasa con todo, este término también ha evolucionado y adaptado a los tiempos, adquiriendo una funcionalidad que para mí se ha convertido en indispensable.

¡Qué haría yo en mis ratos muertos si no pudiese ver en mi correo los cupones del día! Esta acción es una de mis rutinas básica diaria y me encanta. Me tumbo en el sofá, pongo la tele de fondo  y con el ordenador sobre mis piernas, descanso de la jornada revisando los CUPONES del día.

En los últimos años, cientos de páginas web han poliferado por la Red. Groupon es una de las más populares, pero Planeo, Grupalia, Lets Bonus, Offerum también me sirven de esparcimiento digital. Vale, es verdad que casi todas estas páginas me ofrecen los mismos descuentos, pero es bueno revisarlas ya que te puedes ahorrar algunos euros más en según qué páginas por los mismos CUPONES y la fecha límite de compra también puede variar. Vamos, que por comparar que no quede.

Pues el caso que este nuevo estilo de vida a base de CUPONES me ha enganchado. Para los fines de semana, miro las ofertas. Siempre surge alguna buena idea a modo de ganga que hay que aprovechar. Cine, teatro, recorridos turísticos, viaje en coches de lujo, cursos de patchword… Digo ideas porque no siempre las hago realidad, pero en fín, por propuestas que no quede tampoco…

Mi peluquero ahora lo elijo «al mejor CUPÓN«, las sesiones estéticas igual, cosas para casa de vez en cuando son muy aprovechables y, por supuesto, viajes!! No hay mejor agencia que estas páginas webs.

Pues sí, soy una fan del CUPON, pero vamos que los hay mucho peores que yo. Ejemplo, EE.UU. Hay hasta una serie que te explica como vivir a base de CUPONES, EXTREME COUPONINGaquí podéis ver algunos episodios.